Encontramos muchas acepciones al respecto. Pero en líneas generales podemos decir que la investigación "es un procedimiento reflexivo, sistemático, controlado y crítico, que permite descubrir nuevos hechos o datos, relaciones o leyes, en cualquier campo del conocimiento humano. (Ezequiel Ander-Egg, 1977).
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, RAE, apunta lo siguiente a este concepto: "Del lat. investigatĭo, -ōnis, 1) Acción y efecto de investigar, y 2.) La que tiene por fin ampliar el conocimiento científico, sin perseguir, en principio, ninguna aplicación práctica."
Podemos decir que la investigación constituye un camino para conocer la realidad, para descubrir realidades parciales. Comprende -agrega Ander Egg- la formulación y definición de problemas; la formulación de hipótesis; la recopilación, sistematización y elaboración de datos; la formulación de deducciones y proposiciones generales; y finalmente, el análisis de las conclusiones para determinar si confirman las hipótesis formuladas, y encajan dentro del marco teórico del que se partió.
La investigación básica busca el progreso científico, acrecentar los conocimientos teóricos sin mayor interés inicial en probables aplicaciones o consecuencias prácticas. Es más formal y persigue las generalizaciones con miras ald esarrollo de una teoría basada en principios y leyes.
En cuanto a la investigación aplicada, podemos decir que está estrechamente relacionada a la denominada básica, porque depende de los descubrimientos y avances de ésta, y se con enriquece con ellos , pero se diferencia en que se interesa en la aplicación, utilización y consecuencias prácticas de los conocimientos. Es decir, busca el conocer para hacer, actuar, construir, modificar; su preocupación es la aplicabilidad inmediata sobre una realidad circunstancial, antes que el desarrollo de teorías de valor universal.
Pues bien, no es posible iniciar el estudio de un aspecto de la realidad social si no se cuenta con una problemática suficientemente formulada; de ahí la necesidad de estudios formulativos o exploratorios, llamados a veces investigaciones preliminares. Este tipo de investigaciones (Selltiz, citado por Ander Egg, Ibid.) cumplen con las siguientes funciones:
a) Formular problemas,
b) desarrollar hipótesis,
c) familiarizar al investigador con el fenómeno que desea estudiar;
d) aclarar conceptos;
e) establecer preferencias para posteriores investigaciones;
f) reunir información acerca de posibilidades prácticas para llevar a cabo investigaciones en marcos de vida actual;
proporcionar un censo de problemas considerados como urgentes por personas que trabajan en un determinado campo de las ciencias sociales (en este caso).
Otros son los estudios descriptivos, que buscan describir un fenómeno o una situación, mediante el uso del mismo e una circunstancia temporoespacial determinada.
Los estudios formulativos o exploratorios y los descriptivos son los dos niveles en los que habitualmente trabajarán quienes están preocupados por la acción, en tanto permiten elaborar un marco de estudio a partir del cual se deduce una problemática ulterior, o bien formular un diagnóstico con el fin de conocer carencias esenciales y sugerir una acción posterior.
Los estudios de correlacionales, por su parte, miden dos o más variables que se pretende ver si están o no relacionadas en los mismo sujetos y después se analiza la correlación (Hernández, R., et. al. 1994). Su utilidad y prpósito principal es saber cómo se puede comportar un concepto o variable conociendo el comportamiento de otra(s) variable(s) relacionadas.
Los estudios explicativos "van más allá de la descripción de conceptos o fenómenos, o del establecimiento de relaciones entre conceptos; están dirigidos a responder a las causas de los eventos físicos o sociales" (Hernández et. al., Ibid.). Su interés es explicar por qué ocurre un fenómeno y en qué condiciones se da éste, o por qué dos o más variables están relacionadas.
(En "Metodología de la Investigación". Hernández Sampieri, Roberto; Fernández Collado, Carlos; Baptista Lucio, Pilar. Ed. McGraw-Hill, 1994).
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, RAE, apunta lo siguiente a este concepto: "Del lat. investigatĭo, -ōnis, 1) Acción y efecto de investigar, y 2.) La que tiene por fin ampliar el conocimiento científico, sin perseguir, en principio, ninguna aplicación práctica."
Podemos decir que la investigación constituye un camino para conocer la realidad, para descubrir realidades parciales. Comprende -agrega Ander Egg- la formulación y definición de problemas; la formulación de hipótesis; la recopilación, sistematización y elaboración de datos; la formulación de deducciones y proposiciones generales; y finalmente, el análisis de las conclusiones para determinar si confirman las hipótesis formuladas, y encajan dentro del marco teórico del que se partió.
La investigación básica busca el progreso científico, acrecentar los conocimientos teóricos sin mayor interés inicial en probables aplicaciones o consecuencias prácticas. Es más formal y persigue las generalizaciones con miras ald esarrollo de una teoría basada en principios y leyes.
En cuanto a la investigación aplicada, podemos decir que está estrechamente relacionada a la denominada básica, porque depende de los descubrimientos y avances de ésta, y se con enriquece con ellos , pero se diferencia en que se interesa en la aplicación, utilización y consecuencias prácticas de los conocimientos. Es decir, busca el conocer para hacer, actuar, construir, modificar; su preocupación es la aplicabilidad inmediata sobre una realidad circunstancial, antes que el desarrollo de teorías de valor universal.
Pues bien, no es posible iniciar el estudio de un aspecto de la realidad social si no se cuenta con una problemática suficientemente formulada; de ahí la necesidad de estudios formulativos o exploratorios, llamados a veces investigaciones preliminares. Este tipo de investigaciones (Selltiz, citado por Ander Egg, Ibid.) cumplen con las siguientes funciones:
a) Formular problemas,
b) desarrollar hipótesis,
c) familiarizar al investigador con el fenómeno que desea estudiar;
d) aclarar conceptos;
e) establecer preferencias para posteriores investigaciones;
f) reunir información acerca de posibilidades prácticas para llevar a cabo investigaciones en marcos de vida actual;
proporcionar un censo de problemas considerados como urgentes por personas que trabajan en un determinado campo de las ciencias sociales (en este caso).
Otros son los estudios descriptivos, que buscan describir un fenómeno o una situación, mediante el uso del mismo e una circunstancia temporoespacial determinada.
Los estudios formulativos o exploratorios y los descriptivos son los dos niveles en los que habitualmente trabajarán quienes están preocupados por la acción, en tanto permiten elaborar un marco de estudio a partir del cual se deduce una problemática ulterior, o bien formular un diagnóstico con el fin de conocer carencias esenciales y sugerir una acción posterior.
Los estudios de correlacionales, por su parte, miden dos o más variables que se pretende ver si están o no relacionadas en los mismo sujetos y después se analiza la correlación (Hernández, R., et. al. 1994). Su utilidad y prpósito principal es saber cómo se puede comportar un concepto o variable conociendo el comportamiento de otra(s) variable(s) relacionadas.
Los estudios explicativos "van más allá de la descripción de conceptos o fenómenos, o del establecimiento de relaciones entre conceptos; están dirigidos a responder a las causas de los eventos físicos o sociales" (Hernández et. al., Ibid.). Su interés es explicar por qué ocurre un fenómeno y en qué condiciones se da éste, o por qué dos o más variables están relacionadas.
(En "Metodología de la Investigación". Hernández Sampieri, Roberto; Fernández Collado, Carlos; Baptista Lucio, Pilar. Ed. McGraw-Hill, 1994).